Es el fin del mundo para 108 personas cada minuto; para 155.000 personas cada día; y si alguno cree que el 2012 es el año en que el mundo se acaba, pues créanme que ya se ha acabado para 47`895.000 personas, y muy seguramente lo será para otras 8`680.000 más, que morirán en los 56 días que le quedan aún a este año.
Es como si cada año desapareciera un país grande y naciera uno con el doble de población. Pero supongamos que esta vez van a ser borrados de la faz de la tierra los 7000 millones de seres humanos, junto con sus mascotas, plantas y riquezas acumuladas, y que ya no va a nacer nadie más.
Hagamos un acto de imaginación suprema, arriesguémonos a creer que realmente va a ocurrir. ¿Difícil verdad? Un ejercicio muy complicado de llevar a cabo ya que nuestro instinto y nuestra esencia nos hacen pensar siempre y a cada instante que aún nos queda mucho tiempo. La respuesta nos la podrían dar las personas con enfermedades terminales declaradas médicamente, las que tienen como única certeza la brevedad de sus días, pero ¿Alguna vez se lo hemos preguntado?
Pocos podrían ubicarse en esta hipotética situación, y la pregunta no es el tópico de siempre: ¿Tu qué harías? La pregunta es: ¿Eres capaz de imaginarlo?
Sinceramente creo que muy pocos son capaces de una abstracción semejante; un monje tibetano quizás lo hace a menudo y por eso vive como vive, pero ningun religioso, ningún científico y ninguna persona normal se lo plantearía seriamente, pues si así fuera, el mundo sería muy distinto.
Para qué actos de contrición, para que hacer un balance, para qué hacer una reflexión; todos sabemos muy bien lo que se debe hacer y sin embargo no lo hemos hecho en toda nuestra vida, salvo en muy contadas ocasiones. Para qué prepararse como dicen las religiones, lo hecho, hecho está y si durante todo este tiempo no le hemos dicho a nuestros seres queridos que los amamos, de nada vale decirlo ahora; si nuestros actos no han demostrado cuán importantes han sido para nosotros, un solo acto final no cambiará el pasado, aunque la certeza de la hora final nos proporcione la valentía para postrarnos pidiendo perdón.
No me digas lo que harías si el mundo se fuese a terminar mañana, porque con el patrón de felicidad del mundo moderno lo más seguro es que pensarías en sentarte a engullir un último delicioso plato de comida aunque no fuera posible hacerlo al lado de tus seres queridos. Algunos pensarían en la megafiesta o en la gran orgía final. Si mañana fuera tu fin del mundo personal seguramente que te preocuparías de hacer testamento y ganar algunas indulgencias cediendo tus riquezas materiales a otros. Es completamente inútil preguntarte lo que harías si supieras que se te ha agotado el tiempo.
No nos preguntemos pues, lo que haríamos; preguntémonos si somos capaces de hacer el ejercicio alguna vez, si de cuando en cuando seremos capaces de imaginarlo. Ciertamente que ponernos en esa situación de vez en cuando, sería como el "Imagine" de Lennon, pero bajado de las nubes hasta el suelo.
5 comentarios:
Empezaré por el final, has puesto, para mí la mejor balada que se ha escrito nunca "Imagine" de John Lennon, cuya letra es:
Imagina que no hay paraíso,
Es fácil si lo intentas,
Ningún infierno debajo de nosotros,
Arriba de nosotros, solamente cielo,
Imagina a toda la gente
Viviendo al día...
Imagina que no hay países,
No es difícil hacerlo,
Nada por lo que matar o morir,
Ni religiones tampoco,
Imagina a toda la gente
Viviendo la pida en paz
Imagina que no hay posesiones,
Me pregunto si puedes,
Ninguna necesidad de codicia o hambre,
Una hermandad del hombre,
Imagina a toda la gente
Compartiendo todo el mundo...
Tu puedes decir que soy un soñador,
Pero no soy el único,
Espero que algún día te nos unas,
Y el mundo vivirá como uno solo.
La segunda ya no solo es la canción y su letra, si hay mucha gente que imagina, unos a largo plazo, otros a medio y bastantes solo tienen opción de imaginar dia a dia. Los científicos y algunos que no lo son nos gusta imaginar a miles, millones de años, para los científicos, el fin del mundo está relacionado con el fin del sol y de como este se convertirá en una supernova y estallará, será el fin de la tierra, otra cosa, como ya ocurrió, según alguna teoría bastante extendida es la caída de un gran meteorito que nos mande a todos a tomar por culo.
Como se que tu idea está más relacionada con el tema de los excesos que cometen unos a costa de otros, la solución es o montamos una revolución o no hay nada que hacer, no me importaría estar en las primeras filas de ella.
Un saludo
Esta canción me marcó mucho en mi infancia-adolescencia.
Grande Lenon.
He pasado por ese trance y te diré, que en contra de los que dicen los libros de psicología, mi caso fue diferente.
Han pasado ya ocho años, y me dieron entre cinco y seis meses de vida. Tenía un cáncer de pulmón en un estado muy avanzado y agresivo. Hacía dos años y medio que había dejado el tabaco (fumaba más de cuatro cajetillas diarias) porque llegó un momento en que apenas podía andar.
Me lo tomé con tranquilidad; me fui a un estanco, compré un paquete de Ducados y un mechero y me fui al bar de unos amigos a fumarme el primer cigarro después de tanto tiempo, con un placer infinito.
Acepté mi destino, pero mi hermano y mis amigos me convencieron para que intentara luchar y me tratara con quimio y radio. Lo hice así y puedo decir que lo pasé físicamente fatal, pero estoy vivo.
Durante ese tiempo, hice una vida normal, salvo que me fui despidiendo de todos los amigos a los que hacía tiempo que no veía, y otra cosa: perdí por completo la timidez. Me sentí capaz, y de hecho así lo hice, de decir las cosas a la cara tal y como las pensaba, por muy incorrectas que fueran, y de pedir a los que me debían dinero que me lo devolvieran, cosa que antes me daba vergüenza.
También sentí como nunca el valor de la amistad, de los sitios que has conocido, en los que has vivido y te han dejado una huella, de la familia, las personas que han pasado por tu vida, aunque sea tan sólo como aves de paso; todo lo valoras más.
En fin, que fue una experiencia, tal vez amarga, aunque hoy no lo veo ya así, pero enriquecedora internamente.
Cuando salí de ese cáncer, tuve otro, en esta ocasión de colon, parte de mi anatomía interna que ya no tengo. Esta vez, fue coser y cantar.
Y ésta fue mi experiencia, que creo que es diferente en cada uno.
Saludos, y un abrazo.
¡Ah! Y como padezco tabaquismo, volví a fumar como un carretero, pero ahora ya llevo más de dos años sin fumar porque no puedo, me falta oxígeno en la sangre y respiro con dificultad a pesar de los broncodilatadores que tomo. Por si fuera poco, he engordado, y tengo cerca de treinta kilos de sobrepeso, o sea, que estoy hecho unos zorros.
¿Que hacer? Estar con mis seres queridos, y si llega el fin del mundo, marcharnos todos juntos. Y si al otro lado hay "vida", reencontrame con los que allí estarán.
Así de sencillo.
Es la canción de Lennon que más me gusta.
Saludos!
Emilio, gracias por traer la letra. Si lograsemos imaginar el fin del mundo tendríamos una mentalidad como la de Lennon en esta canción.
Juanjo, ojalá que esta canción nos marcara a todos, para que así pudiésemos contribuir a hacer de este mundo un lugar más vivible.
Carlos, tu aporte es invaluable. Quienes han vivido experiencias como las tuyas comprenden a plenitud la esencia de esta entrada; para los demás es un ejercicio de imaginación casi imposible de realizar, pero no por utópico deja de ser un ejercicio que es necesario realizar alguna vez.
Mar, los científicos han demostrado una y otra vez que no hay nada al otro lado; sin embargo las religiones siguen diciendo a la gente que si hay y por eso muchos desperdician esta vida apostando por algo incierto. El cielo lo tendríamos aquí y ahora si quisiéramos que así fuera.
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