viernes, 24 de agosto de 2012

¿Uno más del rebaño?

"El hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando en realidad quiere lo que tiene que querer." 
Erich Fromm


En la sociedad de consumo contemporánea, la publicidad y los medios de comunicación dictan lo que la gente tiene que querer. Muchas personas consumen esta programación ávidamente en lugar de preguntarse qué es lo que de verdad les hará felices. Al fin y al cabo, es mucho más sencillo tratar de concordar con la mayoría en vez de cuestionarse lo que esa mayoría hace.
Cuando se trata de tener éxito en la vida, según se entiende hoy, parece que las dos únicas opciones sean permanecer dentro del sistema y trabajar más horas y más duro que nunca, o bien abandonar por completo el sistema para buscar una vida de ocio absoluto. Qué duda cabe que para la mayoría se trata de una elección entre dos opciones inviables. Por un lado, no quieren trabajar más tiempo y más duro; por el otro, no han alcanzado la independencia económica suficiente como para abandonar por completo el mundo del trabajo.

Tal vez esta afirmación provoque nuestra indignación, como suelen hacer casi todas las verdades que preferimos negar: si mi vida dista mucho de ser todo lo satisfactoria y plena que quiero, para empezar soy yo, en gran medida, quien ha creado ese desbarajuste. En última instancia, nadie me obliga a llevar una vida apresurada; soy yo quien la ha elegido. Puede parecer más fácil seguir al rebaño que pensar de modo distinto y hacer las cosas a mi manera. Sin embargo, siempre que seguimos al rebaño lo hacemos por nuestra cuenta y riesgo. El problema de los rebaños es que a veces salen en estampidas muy difíciles de detener. Y cuando un rebaño ocasiona muchos daños, ninguno de sus miembros está dispuesto a asumir la responsabilidad. Y este rebaño llamado España corre directo al precipicio. En este mundo abundan las personas incapaces de pensar por sí mismas. En vez de permitir que su creatividad y sabiduría innata dirijan sus vidas, prefieren lo que los demás hacen y piensan. Lo más fácil es ser uno más del montón. Pero como seres humanos pensantes y creativos, deberiamos darnos cuenta de que siempre existe la opción de no seguir al rebaño, aunque la sabiduría popular diga lo contrario. De hecho, mientras el rebaño avanza en una dirección, podemos buscar otros caminos que seguir.  Es esencial saber lo que queremos, por eso cada vez seguimos obteniendo más de lo mismo, porque no tenemos ni idea de lo que queremos y simplemente hacemos lo que nos digan, nos dejamos llevar por la corriente.



3 comentarios:

Unknown dijo...

Es difícil en esta sociedad no seguir la corriente, porque en cierta forma, te vas aislando de la gran mayoría, que empieza a verte como una persona rara. Sólo ciertos afortunados que tienen la suerte de hacer lo que les gusta y poder vivir de ese trabajo, se libran de ello.
En momentos de crisis, como el actual, la gran mayoría usa la táctica del avestruz y esconde la cabeza en el televisor sin querer ver la realidad. Somos minoría (muy amplia, pero minoría) los que afrontamos esa realidad y luchamos contra ella. El resto se adapta y se adaptará, a lo que vaya viniendo sólo por instinto de supervivencia, sin molestarse en pensar en ningún momento que su acción podría cambiar las cosas. Dejan hacer.
Saludos.

Juanjo Rubio dijo...

El rebaño es grande y parece complicado salirse.

UN saludo.

fus dijo...

Los medios de comunicación nos prepara para saber lo que queremos y necesitamos, salirnos del rebaño cuesta mucho trabajo, ya se encargan ellos de instalar en nuestros pensamientos las ideas que ellos necesitan, hay que luchar contra este potencial seductor.

un saludo

fus

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