Hasta hace poco, la Unión Europea había sido percibida
por una amplísima mayoría como un elemento positivo, de progreso. Los
ciudadanos veían los carteles en las carreteras en construcción, oían de
los fondos a los agricultores, notaban una economía cada vez más
boyante y celebraban la membresía
española en el club europeo.
Hoy, el porcentaje de
ciudadanos que cree que pertenecer a la Unión Europea es algo positivo
para España ha disminuido hasta el 55% (10 puntos menos que hace tres meses y 25 puntos menos que en 2009). Un aumento de 33 puntos desde el inicio de la crisis y de 15 solamente en los últimos tres meses.
Es sabido que en tiempos de crisis todas las instituciones políticas
ven perjudicada su imagen entre los ciudadanos. La población espera
soluciones a sus problemas. Pero, lejos de disminuir, las dificultades
aumentan cada día. La clase política ha escalado puestos estos últimos
años hasta convertirse en uno de los principales problemas que perciben la ciudadanía. Un fenómeno similar es el que repercute
ahora sobre la percepción de la Unión Europea. Como institución
política, recibe la carga negativa de la mala situación económica. Pero,
además, es vista como parte del problema por un amplio sector
de la población que asocia la pertenencia a la Unión con los duros
ajustes económicos decretados por el directorio franco-alemán.
Unos ajustes muy poco populares: el 67% cree que por este camino solo se
consigue empobrecer cada vez más a los trabajadores y a las empresas y
hacer cada vez más difícil la recuperación económica.
Pero ¿será acaso la solución el salir de la Unión? Definitivamente aunque saliéramos de la Unión Europea, internamente tenemos una clase política absolutamente inepta; el gobierno anterior no ha sido malo sino perverso, y este le supera con creces. Estoy convencido de que muchas personas votaron por estos innombrables de ahora, con la esperanza de que si los que habían estado antes en el poder eran tan malos, dificilmente estos lo podrían hacer peor, pero en muy poco tiempo han demostrado la capacidad destructora de sus actos.
Dentro o fuera de la Europa en la que Alemania y Francia son las amas y señoras, este país necesita a otras personas que no tengan nada que ver con el PP o el PSOE. ¿Quizás del 15M salgan esos nombres? Tomará tiempo, pero parece algo inevitable, y el proceso debería empezar por el modelo de Islandia que enjauló a sus banqueros. Todo el mundo sabe que la solución a cualquier problema pasa primero por reconocer dónde está el error, y por estos lares ha pasado lo mismo que por allí: Un país saqueado por un reducido grupo de banqueros, políticos y empresarios. Allí van a por los responsables ¿y aquí?
5 comentarios:
... los poderosos siempre son los mismos... a veces los errores son tan garrafales que la utopía es creer que votando por ciertas propuestas uno salva el barco y a la tripulación...
:(
La ilusion de la democracia es la mejor arma que tienen aquellos que la detestan. Nada absolutamente esencial cambia gobernando el PP o el PSOE, porque los grandes intereses financieros son los que verdaderamente gobiernan hoy. Todos los problemas financieros que arrastra Europa hoy se resumen en una ecuacion. El dolar americano jamas permitira que el euro le sustituya como moneda suprema y para ello es necesario destruir a Europa.
El problema de Europa es Alemania, la única que se está beneficiando de toda esta crisis, ¿que va a ocurrir si en Francia gana la izquierda?, no creo que, según el programa, apoyen las políticas de Merkel, el miedo ya se materializó en la gran bajada de la bolsa con la victoria de la primera vuelta, veremos que ocurre, estaría bueno que una victoria de Hollande beneficie al gobierno Español en cuanto a que no se tenga que ajustar tanto en el déficit.
En fin, la cosa de todos modos pinta mal.
Un saludo
Solo con una Europa fuerte, capaz de superar el caciquismo alemán (y de algún otro), podremos salir de estas sin perderlo todo o casi todo, me temo.
un saludo
Europa debe de segui unida porque solos no seremos nada. El problema de Europa y su percepción negativa consiste en que se ha convertido en una dictadura mandada por el mercado - por la banca y el gran capital - y por el país motor de la misma: Alemania.
Fue Helmut Kohl quien dijo: nunca más una Europa alemana, sino una Europa unida con una Alemania europea. Pero Fräulein Merkel no lo entiende así y tiene las aspiraciones del viejo Hitler, de una Europa alemana, mandada por bancos alemanes y el capital alemán, sin darse cuenta, que al tiempo que empobrece a sus socios, desacelera su producción porque no les puede vender, y terminará por entrar en recesión si no cambia de política.
Alemania, la banca, el capital, y el sistema neoliberal, son los enemigos de Europa, los que impiden que salga de la crisis y los que se quieren enriquecer aprovechándose de ella, endeudando a otros países para veinte años o más, y recortando los derechos y libertades de que se gozaba, transformándolos en colonias.
Saludos, y un abrazo.
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