Hoy

Por eso tengo que volver

a tantos sitios venideros

para encontrarme conmigo

y examinarme sin cesar,

sin más testigo que la luna

y luego silbar de alegría

pisando piedras y terrones, 

sin más tarea que existir,

sin más familia que el camino.

                                                                                                Pablo Neruda.   

Una cosa es  segura y cierta, el mundo necesita hoy una transformación, la cual debe ser consecuencia de nuevas ideas; pero ¿de dónde deben venir esas ideas?, ¿de los filósofos?, quizás ¿de nuestros líderes políticos?, ¿ industriales?, ¿financieros?, ¿de los educadores?, ¿de las universidades?, ¿del estado?, ¿del pueblo?, ¿necesitamos una revolución?, ¿qué tipo de revolución?.

No me parece a mi que sea tan complicado ni misterioso el encontrar esas ideas, porque ellas mismas surgen de las necesidades tan evidentes que aquejan a la humanidad.

- Todo lo que humilla, explota, y quita la dignidad de las personas, temas como el hambre, la marginación, la desigualdad social, la discriminación sexual, racial, la xenofobia.

- Todo lo que atenta contra la vida misma, el afán de la industria bélica, la sed de poder, las dictaduras, los nacionalismos, la represión, la mordaza a la libertad de expresión, el terrorismo.

- Todo lo que anula al individuo, la religiosidad, la masificación, los fanatismos, el extremismo.

- Todo lo que te impide ver, la falta de educación, la desinformación, la manipulación de la información, el engaño, la distracción, todo lo que amenace la verdad.

-  Todo lo que atenta contra tu estabilidad y la de tu familia, los problemas del medio ambiente, el capitalismo aberrante que no da garantías a tu sustento, el agotamiento de los recursos.

Para todas estas cosas y para muchas más están los planteamientos de muchos pensadores, las soluciones servidas en bandeja, listas para ser implementadas, pero la cuestión es que no se llevan a cabo; ¿por qué?.

Porque existe un statu quo que los dueños del balón no quieren cambiar, los pocos que manejan los hilos de los países están muy bien acomodados y no les conviene hacer ninguna modificación. 


Hace falta una estrategia para eliminar ese escollo que nos impide solucionar la mayoría de las vergüenzas planteadas anteriormente. Tal vez la red sea una de las herramientas que nos ayuden a encontrar esa estrategia; promoviendo  líderes de verdad que reemplacen a esos que nos tienen bloqueados, sacando a la luz a los verdaderos caudillos que superen a esa generación tapón que se ha establecido en el poder y tiene al mundo en las condiciones deprorables que nos muestra cada día el panorama internacional.