¿Podría una persona normal llegar a torturar o asesinar a alguien sólo por obedecer órdenes o tendríamos que llegar a la conclusión de que se trata de un perturbado? Cuando un psicólogo llamado Milgram trató de responder a esta pregunta, él mismo quedó sorprendido ante los resultados.
El experimento de Milgram fue una serie de experimentos de psicología social llevados a cabo por el psicólogo Stanley Milgram, en la Universidad de Yale, y descritos en un artículo publicado en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology bajo el título Behavioral Study of Obedience (Estudio del comportamiento de la obediencia) y resumidos en su libro Obedience to authority. An experimental view (Obediencia a la autoridad. Un punto de vista experimental). El fin de la prueba era medir la buena voluntad de un participante a obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando éstas puedan entrar en conflicto con sus principios.
Los experimentos comenzaron en julio de 1961, tres meses después de que Adolf Eichmann fuera juzgado y sentenciado a muerte en Jerusalén por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi en Alemania. Milgram ideó estos experimentos para responder a la pregunta: ¿Podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el Holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes? ¿Podríamos llamarlos a todos cómplices?
Hoy parece ser que está sucediendo lo contrario, ¿está quizás el pueblo de Israel siguiendo las órdenes superiores sin tener en cuenta ningún tipo de principio o regla moral?
Hay excepciones claro está, pero ante lo que sucede entre el poderoso Israel y la débil Palestina, no puede haber tanta permisividad como la que se vislumbra entre el pueblo Judío; es como si Estados Unidos hiciera lo mismo con el pueblo cubano, una cosa es hacer una presión o bloqueo económico -que tampoco justifico- y otra muy diferente es la constante agresión militar y la demostración de poder con vícimas mortales que nada tienen que ver con las armas.
El experimento de Milgram demostró que el hombre es capaz de las atrocidades más tremendas por obedecer órdenes que están por encima de su voluntad y de sus principios; y la historia ha demostrado que los militares y hombres armados son capaces de lo peor cuando obedecen órdenes. Lo que sucede en estos momentos es una clara muestra de la urgente necesidad del desarme de las naciones, que mientras ellas existan los conflictos se harán eternos; si la guerra fría se acabó no fué por voluntad de las partes implicadas sino por la imperiosa necesidad creada por el empobrecimiento de los Soviéticos y su consiguiente declive en el poderío militar. Está en manos de la comunidad internacional presionar a estos dos países para que se desarmen, castigar a quien les venda armas y desmontar la industria armamentista mundial, pero claro, todo esto es una utopía.
12 comentarios:
Querido amigo el negocio de las armas es el mas rentable del mundo, las grandes potencias se pavonean delante de los paises subdesarrolados para someterlos a su voluntad.
Israel no escapa a este estigma de poderio.
Me uno a tu utopia, tal vez algún dia se haga realidad.
Un abrazo
Efectivamente es una utopía. Pero necesaria. Las utopías son deseos que en muchas ocasiones llegan a realizarse.
Lo que menos me gusta de los militares es su oficio y esa facilidad que tienen para no cuestionarse nada y obedecer ciégamente. Y así pasa lo que pasa.
Salud y República
Armas, prostitución y drogas mantienen a los gobiernos corruptos de todo el mundo...¿o no?....¡ójala pudieramos acabar con esto!.
Muchos besos Dean y feliz semana.
Arwen
Qué entrada amigo!... Como dicen tus comentaristas, son el negocio del mundo... Suena utópico, si, pero no imposible.
Te dejo un enorme abrazo,también te extraño. Gracias por estar siempre.
Yo sigo siendo utópica por eso sueño que en España deja de haber fabricas de armas, que deja de haber ejercito armado y damos educación y formación para un gran número de personas pacíficas y podemos aprender a vivir amando y no odiando. Podemos despertar nuestra inteligencia y sabiduría, además de que nuestra generosidad nos haga felices.
Gracias por tu sabio blog.
Es sabido la influencia que tiene el grupo en los seres humanos. Los uniformes, los himnos, las banderas... No es cuestión de militares o no sino de simple condición humana.
La película "La ola" habla un poco sobre estos temas. No es una gran obra pero es entretenida y la reflexión es interesante.
Un saludo
Me temo que las utopías se quedan para los poetas y escritores, el mundo se mueve por dinero, y el dinero lo crea la industria de las armas, las drogas, esa es la verdad. El que gusta del poder jamás lo abandona, se transforma en una droga que debe usar una y otra vez.
Un abrazo.
Te han plagiado, Dean. A tí, a mi y a varios más.
http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.ListAllCustom&friendId=440644141&swapped=true&page=5
Ahora los científicos dicen que nacemos con un defecto de fábrica y por eso no podemos hacer dos cosas a la vez o por lo menos nos cuesta mucho trabajo. Dan la razón a los guardias de tráfico que nos multan por conducir y hablar por teléfono por ejemplo.
Yo personalmente no estoy de acuerdo con esto, pues todo el tiempo hago varias cosas al mismo tiempo, no se si soy un bicho raro, pero en la oficina suelo estar al teléfono, al ordenador y con otro compañero al mismo tiempo tocando temas diferentes; en momentos de total laxitud -cuando me pongo frente a la tele- tengo que ver varios canales al mismo tiempo, dos pelis, un documental y un noticiero quizás, no se si a ustedes les pasa algo parecido, pero lo que es cierto es que también conozco muchas personas que no pueden hacer más de una cosa a la vez, si les interrumpes se enfadan y les cuesta retomar el hilo de la tarea que llevaban.
Lo que si veo con alivio es que nuestros líderes son capaces de hacer varias cosas al tiempo, como enriquecerse y al mismo tiempo quebrar el país, los banqueros pueden esquilmar a sus clientes y al mismo tiempo mantenerse en crecimiento continuo sin llegar a agotarlos, los empresarios sacan el máximo de provecho de sus trabajadores a la vez que buscan la forma de desmejorar sus condiciones laborales. Quizás los científicos se equivocan.
La guerra es un negocio, y como tal, da ganancias a "alguien" por lo tanto a ese o esos "alguien" no van a permitir que termine, lo que implica, que el armamento tampoco termine.....
Verguenza de sociedad....
Saludos.
me recuerda esa peli con Jack Nicholson y Tom Cruise, Algunos hombres buenos (q aqui se llamó Cuestión de honor), pero y es q cuando estan bajo ordenes,los militares solo obedecen órdenes.
Ahora que no le pongan peros, es ya cuestión de estudio
la obedencia debida no es más que el control de unos hombres sobre otros con el fin de conseguir unos objetivos inmorales
Saludos
La única posibilidad de luchar contra eso es enseñando libertad y respeto a la libertad de los demás.
Carpe Diem
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