miércoles, 31 de julio de 2013

Esa moda verde...


En la fila del supermercado, el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.

La señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta moda verde en mis tiempos.”

El empleado le contestó: “Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.”

Tiene razón: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos:

En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosa y las de cerveza se devolvían a la tienda.

La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.

Pero lleva razón, no teníamos esta moda verde en nuestros tiempos.

Subíamos las escaleras, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio ni oficina. Íbamos andando a las tiendas en lugar de ir en coches de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer 200 metros.

Pero tiene Vd. toda la razón. No teníamos esa moda verde en nuestros días.

Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no los había desechables. 
Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que funcionan con 220 voltios. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.

Pero está en lo cierto: no teníamos una moda verde en nuestros días.

Entonces teníamos una televisión, o radio, en casa, no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio de futbol. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros. Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no cartones preformados o bolitas de plástico. En esos tiempos no arrancábamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre cintas mecánicas que funcionan con electricidad.

Pero claro que está Vd. en lo cierto: no había en esos tiempos una moda verde.

Bebíamos del grifo cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquina afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.

Pero,eso sí, no teníamos una moda verde por entonces.

En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o el autobús y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o andando, en lugar de usar a su mamá como taxista las 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un regleta de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.

Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.


Sinceramente una historia que da para pensar...
Normalmente se le echa la culpa a nuestras anteriores generaciones del daño ambiental, pero después de leer esto, ¿aún lo crees?

Nuestro consumismo irresponsable es mucho más nocivo que lo hecho por las generaciones anteriores.

 

 

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Entiendo que todos son responsables de lo que hacemos. Cada generación hace de trampolín de la siguiente, las cosas no surgen por ciencia infusa.

¿Que ocurriría si nos saltáramos una generación y esta desapareciera?, la respuesta es muy clara.

Un saludo

Unknown dijo...

Hay una cosa que en ocasiones la hablo con un amigo. Es que no recordamos de nuestra infancia la existencia de basura hecha en la casa y la necesidad de su recogida.
El polvo y la suciedad producto de la limpieza iban directamente al fogón del hogar, las sobras de comida no existían porque se guardaba para el día siguiente, mondaduras de frutas, patatas, etc. las bajaba a la panadería de al lado de casa porque tenían un corral con cerdos y gallinas y se las daban de comer a ellos. Si sobraba algo de pan y había quedado duro, se rallaba para hacer rebozados o croquetas, y todo era así. No recuerdo en mi infancia - en una capital de provincia - la existencia (hasta ya muchos años después - de los carros de la basura. No creábamos basura ni tirábamos nada. Todo era aprovechable.
Saludos.

Cheli dijo...

Es verdad, en cosa de unos 20 o 30 años es que se ha disparado este descontrol.
Me identifique recordándome de chica usando los pantalones de mi hermano, llevando las botellas de vidrio cuando ibas a comprar, y si, lave los pañales de mi hijo, solo tenia desechables para el dia de ir al pediatra o de visita a casa de alguien, de lo contrario, pañal de tela (mi hijo tiene casi 29 años)...

Un beso.

Lakacerola dijo...

Vivímos un tiempo en una casa de campo, a principios de los 90, y teníamos animales por lo que es verdad eso de que se aprovechaban hasta los desperdicios, pero ahora al vivir en una ciudad eso no es posible.

RGAlmazán dijo...

Un post que debería hacernos reflexionar y avergonzarnos. Estamos metidos en la vorágine del consumo irresponsable y en mayor o menor medida todos tenemos cierta responsabilidad.

Salud y República

Francesc Cornadó dijo...

Muy buena reflexión, te felicito.
Añado una propuesta: creo que si nos hacen pagar por las bolsas de plástico debemos exigir que éstas no lleven publicidad; si llevan publicidad impresa podríamos exigir que nos pagaran a nosotros.
Salud
Francesc Cornadó

Alquiler de computadores dijo...

Woou excelente reflexión, estamos cada día tan endeudados con el medio ambiente que llegaremos a un punto en donde ya no baste con reflexionar por que la naturaleza nos cobrara todo el daño dado a ella.

vanesa dijo...

Subíamos las escaleras, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio ni oficina. Íbamos andando a las tiendas en lugar de ir en coches de 300 caballos de potencia. guiaesceptica.org/biografia-de-rei-kuromiya/

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