En lo posible rodéate de buenas noticias. La naturaleza siempre tiene buenas noticias.
Medita, busca tu centro, cuanto más adentro, más lejos irás.
El miedo es el infierno ahora mismo y el amor es el paraíso siempre.
Vive todo pero no etiquetes nada.
Confía en ti y esa energía te llevará al amor.
Lo más reconfortante es verse hermoso en el espejo de la conciencia.
Si lo eligió el corazón, ese era el camino aunque los demás no lo entiendan.
No es nuestro lo que tenemos que cuidar.
No escuches el mal, no digas el mal y no harás el mal.
Serás tan joven como tu esperanza.
No mires lo que provoca tu deseo y verás que tu mente no padecerá confusión.
El sabio alimenta su vida interior y no sus sentidos. Prudente como quien cruza un río en invierno, cauto como quien se sabe rodeado de peligros, reservado como quien se siente huésped, desprendido como el hielo mientras se derrite, auténtico como un trozo de madera que ningún hombre ha tocado.
Cultiva el optimismo porque el corazón no envejece.
Disfruta del momento presente, ese tiempo huidizo que siempre está contigo; entrégate completamente a él, piérdete en él; absorbe todo lo que te brinda el momento presente y desconéctate del pasado que ya no existe y deja en paz al futuro que ya llegará a su tiempo.
El momento apropiado es cualquier momento que uno -aún- tiene la suerte de tener.
Cuidado con las máscaras porque detrás de una máscara siempre hay otra.
La aventura más maravillosa no es llenar de sueños nuestras vidas sino hacer de cada momento algo tan fuera de lo común que parezca un sueño a la hora de recordarlo.
Sé paciente con todos, pero en primer lugar sé paciente contigo mismo. Perdona, pero antes perdónate a ti mismo. No juzgues y ante todo, deja de juzgarte a ti mismo. Todos somos la canción que alguien quiere escuchar todo el tiempo y la que otros no quieren volver a oír.
-¿Señor y cuántas veces debo perdonarme, siete veces?
-Setenta veces siete...
2 comentarios:
Dos decálogos. Aplausos.
Saludos
Eres el Santo Job
Un saludo
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