La foule -del camino de Santiago-

El camino de Santiago es eso que la gente hace, repitiendo su vida real. Conserva el nombre original porque es la denominación que tiene el conjunto de rutas de "Peregrinación cristiana" que se dirigen a la catedral de Santiago de Compostela.

Históricamente se ha conocido como "Camino de Santiago" (hoy denominado "Camino de Santiago francés") al itinerario principal que, partiendo de los Pirineos occidentales, recorre España hasta llegar a la ciudad gallega; no obstante, actualmente el término se utiliza para referirse a todas las rutas jacobeas existentes. Se trata de un "camino sembrado de numerosas manifestaciones de fervor, de arrepentimiento, de hospitalidad, de arte y de cultura, que nos habla de manera elocuente de las raíces espirituales del Viejo Continente".

La gente lleva a esa parte del mundo sus mismos miedos, sus mismas cargas, sus mismos traumas de la infancia, con la esperanza de dejar algo en el camino. Algunos lo consiguen, -sobre todo los que logran caminar por más de tres semanas seguidas-, al estilo del peregrino antiguo, pero con las comodidades del mundo moderno. Cada tres km puedes encontrar un pueblito con bar -por supuesto-, y con albergues que son casi tan cómodos como un hotel de tres estrellas, y cuya única molestia es el tener que compartir espacio con uno que ronca, con otro que se queda hasta altas horas mirando el móvil, con otro que tose, con un compañero de litera que se mueve frenéticamente...

Cada mañana te pones en camino, a veces después de tomar un café, muchas, esperando encontrar el primer bar para sentarte un momento y degustar la deliciosa infusión caliente. Llevas tu botella con agua y observas a los demás peregrinos; yo veo que son -en su mayoría- "grandes mochilas con piernas" que avanzan pesadamente, como arrastrando las penas del cuerpo y del alma. De vez en cuando te encuentras a alguno que va feliz y sonriente, le dices: "Buen camino", y parece que el día se hace más luminoso.

Al final de la jornada -después de una ducha y breve descanso- sueles compartir la cena y experiencias con otros que también caminan, es entonces cuando vas descubriendo las verdades del camino que te muestran lo exacto que es, a la vida cotidiana. Alguno ha enviado la mochila por correo, otro ha caminado unos km y luego ha tomado un taxi, otro sólo tiene tiempo para unos pocos km pero tiene la esperanza de continuar el año próximo, otro está teniendo la mejor experiencia de su vida y otro no ve la hora de volver a casa o llegar al más próximo hotel con spa y habitación individual, eso de compartir tan de cerca con otros seres humanos es una experiencia demasiado extrema para aquel cuya ropa huele a Chanel N.5

Finalmente llegas a Santiago de Compostela, y a medida que te acercas a la "praza do Obradoiro", te va aplastando la muchedumbre y pienso en "La Foule", ese precioso tema de Édith Piaf, que no es otra cosa que la descripción de lo que pasa cuando toda la maravillosa actividad humana es engullida por el turismo...