En los últimos años han surgido diversas ideas y propuestas que apuntan a reescribir el contrato social del capitalismo.
Lo que tienen en común es el concepto de que las empresas necesitan otras medidas de éxito, que no sean simplemente las ganancias y el crecimiento.
En los negocios, existe el "capitalismo consciente", inspirado en las prácticas de las llamadas marcas "éticas". En política, hay un "capitalismo inclusivo", -defendido por a izquierda en el mundo, pero al mismo tiempo odiado por la derecha-, que aboga por "el bien común". Y en la sostenibilidad, está la idea de la "economía del dónut", una teoría propuesta por la economista y autora Kate Raworth, que sugiere que es posible prosperar económicamente como sociedad y al mismo tiempo permanecer dentro de los límites sociales y planetarios.
Las empresas deben hacer más que ofrecer beneficios a sus accionistas. Desde la década de 1980 hasta hoy, el enfoque ha sido el de las ganancias que, además han sido excesivas y han causado todos los problemas de desigualdad que conocemos. Hace más de tres décadas, la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas decía en "Nuestro futuro común" que había amplia evidencia de los impactos sociales y ambientales.
No hay que olvidar que los ciudadanos en una democracia capitalista y liberal tienen aún algo de poder, sobretodo si salen a las calles y luchan unidos.También, de manera colectiva, pueden apoyar a las empresas alineadas con sus creencias y exigir continuamente nuevas leyes y políticas que transformen el panorama competitivo de las empresas para que puedan mejorar sus prácticas.
Cuando Adam Smith estaba observando el capitalismo industrial naciente en 1776, no podía prever cuánto transformaría nuestras sociedades en la actualidad. Por tanto, hoy podríamos estar igualmente ciegos ante cómo podría verse el capitalismo en los próximos años, eso significa que debemos trabajar sobre cómo podría evolucionar hacia algo mejor. Nuestro futuro y el de nuestro planeta dependen de ello.
1 comentario:
Si no está controlado por los poderes del estado, el capitalismo arrasa con todo.
Tiene que haber un equilibrio de fuerzas para hacer la vida más agradable para todos.
Evidentemente sin un direccionismo pernicioso.
Saludos.
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