Cirugía del cerebro sin abrir el cráneo

Se trata de un estreno mundial: la primera cirugía realizada por médicos suizos, sin abrir el cráneo. Se basa en el ultrasonido de alta energía aplicado en áreas del cerebro definidas, y por la utilización de calor. La cirugía se realiza sin anestesia en plena conciencia. Al cráneo del paciente se aplica alta energía de ultrasonido en un sistema cerrado. La precisión de seguimiento y control de la intervención es a través de la utilización de imágenes por resonancia magnética (MRI), y está garantizada.

En el Hospital de Niños de Zúrich se tienen los primeros diez pacientes del mundo tratados con la energía de ultrasonidos de alta precisión y han sido operados con éxito. Esta cirugía es del tipo: "no invasiva", es decir, los procedimientos quirúrgicos no se inmiscuyen en el cuerpo del paciente, lo que abre nuevos horizontes para la neurocirugía.

El ultrasonido de alta energía ha sido usado desde hace algunos años en la ginecología y los tumores de próstata, para eliminar los tejidos enfermos. Hasta ahora, debido a las correspondientes dificultades técnicas no había sido posible aplicar este procedimiento en neurocirugía.

Un equipo de investigación logró ahora, esta novedosísima cirugía, no invasiva y que supera los anteriores procesos quirúrgicos del cerebro. Desde el pasado mes de septiembre, según el equipo de comunicación en el contexto de un estudio clínico, diez adultos con el nuevo procedimiento de neurocirugía, han sido operados. Todas las intervenciones tuvieron éxito y sin complicaciones a corto plazo.

El ultrasonido es la utilización de imágenes por resonancia magnética (MRI) para el seguimiento del cráneo del paciente y transferidas al cerebro en un punto de tres a cuatro milímetros de diámetro de concentración. Definido el espacio, se calienta a 60 grados con uno o dos objetivos específicos.

Lo más cercano lo habían desarrollado neurocirujanos franceses utilizando laser; en la intervención, el primer paso que lleva a cabo el equipo es el de localizar, de forma muy precisa, el tumor a destruir(en este caso), mediante técnicas de resonancia magnética nuclear en el cráneo del enfermo.

Seguidamente, proceden a ponerle anestesia local y le horadan la caja craneal, con un orificio de tan sólo 3 milímetros de diámetro, para practicar la cirugía que erradique el tumor.

Con un cable de fibra óptica, dotado en su extremo de un láser, los cirujanos proceden a quemar desde el interior de la metastasis cerebral el tejido tumoral y, finalmente, logran su necrosis.

Este sistema sería invasivo a diferencia del que ahora presentan los investigadores suizos.