Victoria Brescoll, investigadora de la Universidad de Yale (EE.UU.), realizó hace poco un estudio en el que demuestra que el mal genio no sólo afecta la salud sino que se puede convertir en un factor de discriminación laboral, pues en las entrevistas y pruebas psicotécnicas suelen evaluar cómo reacciona el empleado ante situaciones estresantes y cómo se desenvuelve cuando se presentan problemas con sus subalternos o compañeros.
Como si fuera poco, varias investigaciones han podido establecer que los constantes episodios de ira contribuyen a que una persona suba de peso. Hermann Nabi, del hospital Paul Brousse en Villejuif, Francia, explicó en un artículo publicado en el American Journal of Epidemiology que cuanto más hostil es la personalidad, más riesgo hay de que ignore las recomendaciones médicas con respecto a la dieta y el ejercicio y por lo tanto, aumenten las posibilidades de que se incremente su Índice de Masa Corporal (la proporción de la altura en relación con el peso, que se utiliza para determinar si alguien está dentro del rango normal, por encima o por debajo de su peso).
Se ha hablado también de que es una hormona la responsable y de que son los genes los encargados de determinar el nivel de mal genio que poseemos, la hormona THP que debería ayudarnos a controlar nuestro carácter en situaciones difíciles, parece ser que en el caso de los adolescentes tiene una función inversa. Actualmente, ya no se le considera pues a la ira como un rasgo del carácter sino como una enfermedad y como tal se le puede tratar, inhibiendo la hormona responsable, para bloquear su acción adversa.
Mientras que llega al mercado esa medicina mágica que nos hará perder la mala leche podemos intentar algunas cosas:
- Relajarnos.
- No discutir con nadie hasta no estar tranquilos.
- Pensar las cosas antes de enojarnos.
- Pensar en cosas positivas o lo bien que te sentías antes de que el mal genio apareciera.
- Pensar que la mayoría de las veces lo que motivó tu mal genio es algo sin mayor trascendencia.
- Procurar distraer tu atención en alguna actividad positiva: la lectura, escuchar música, o salir a caminar por ejemplo.
- No perder el control, insultar o hacer comentarios negativos a quien trata de reconfortarnos o tranquilizarnos; lo más seguro es que después nos arrepentiremos y el daño estará hecho.
- Cada vez que tienes mal genio dañas una relación y la vas deteriorando.
- El amor poco a poco se acaba.
5 comentarios:
HOlaaaaaaa..
Como puedes tener mal genio con las cosas tan bellas que hay en el mundo??..
Una de las cosas que he aprendido es que estar de mala leche no sirve para nada, solo para hacerte daño y dañar a los de tu alrededor..
Cuando tengas un mal día, primero cuenta hasta diez.. segundo respira profundo y tercero date una vuelta tu solo para pensar..
Es fácil, y sobre todo cuida a las personas que están a tu lado..
Que pierda tu equipo u cualquier otra cosa.. son solo eso.. cosas superficiales..
Ufffff...menuda lección te acabo de dar..jjajaj..
Practica tus propios consejos.. no solo los escribas.. jjajaj..
Y ahora a trabajar... que tengas un lindo día, un abrazote
Buenos díassss.
Aqui he empezado a leer con esa tierra del amor, que seguro levantará polémica.
Pero ayyyyyy con lo de la pastillita contra la mala leche. Yo no sé si me la tomaré que a mi un poquito de mala leche, a veces, me viene bien.
Valeeee, sin excesos, lo reconozco, pero un poquito no me sienta mal.
Un besoooo muy fuerteeee.
Mmmm, la crisis económica nos va a traer una crisis social, y esos estados de animo cada vez van a ser, por desgracia, más frecuentes, sino al tiempo...
Jo, podía haber leido esto el sábado por la tarde.....
Carpe Diem
Suelo tener mis arranques en algunos momentos del mes, pero tengo la suerte de que mi pareja tiene buen sentido del humor y se me pasa enseguida. Suelo cantar algunas veces, pero otras me dejo llevar por la rabia.
Saludos desde La ventana de los sueños.
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