Be kind

Nuestra percepción -la percepción humana-, es luz que interactúa con otra luz, la luz de las cosas, de la materia, así que la materia se comporta como un espejo que refleja luz y crea imágenes de esa luz.

El mundo de la ilusión, -el sueño-, es como humo o neblina que nos impide ver lo que realmente somos. Cuando no está presente ese humo, podemos vernos a nosotros mismos en todas las cosas, en cada ser vivo, en el agua, en la tierra, en el universo. Y cada vez que eso sucede es como estar en el paraíso, lamentablemente sucede pocas veces porque jamás llegamos a comprometernos con un estilo de vida que nos permita experimentar por más y más tiempo esa alegría de vivir. Les dejo cuatro simples trucos que a mi personalmente me están ayudando y siempre que los pongo en práctica logro una vida más plena:

- Trato de ser impecable con mis palabras. Eso tiene mucho sentido porque las palabras constituyen el poder que tenemos para crear, y en el sentido opuesto, poder para destruir; me pueden esclavizar o liberar, las palabras son pura magia.

- No me tomo nada personalmente. Cada uno vive su propio sueño, y si -por ejemplo- alguien se enfada, no es conmigo, es porque quizás tiene miedo, algo le asusta; si entiendo eso, no volveré a sentirme herido y podré viajar por el mundo con el corazón abierto, podré decir "te amo" sin miedo a que me rechacen o me ridiculicen.

- No hago suposiciones. Porque cuando lo hago, creo que lo que supongo es cierto, y en general nuestra mente supone cosas que no tienen nada que ver con la realidad y casi siempre nos lastiman, nos crean drama y sufrimiento. En vez de suponer, pregunto.

- Hago siempre lo máximo posible. Así se logra vivir con intensidad. La mejor manera es poner como ingrediente principal el amor, y entonces cada uno de mis pensamientos, de mis acciones, de mis emociones, se convierten en una especie de ritual mediante el cual estoy honrando al universo, a la vida y no hay espacio para el victimismo.