Estudiar la ciencia del arte y el arte de la ciencia (Leonardo da Vinci)

Como veníamos viendo esta semana, nuestros sentidos se pueden deleitar a plenitud con la ciencia; antes, el oído -a través de la música- , ahora la vista, con imágenes espectaculares; la Universidad de Princeton realiza cada año un concurso que denominan el arte de la ciencia, y se trata de conseguir imágenes artísticas a partir de sus experiencias en los laboratorios, durante las distintas investigaciones que allí se llevan a cabo. Aquí un par de ejemplos, que no han sido los ganadores este año pero que a mi me gustan mucho.

Nimbus
Henry S. Horn
El arte de la ciencia

Esto es un disco básico tomado del tronco de un árbol. Los anillos de crecimiento anuales muestran que el árbol creció bien durante aproximadamente 45 años, y luego fue más despacio. Las marcas sobre el disco registran los tamaños de raíces que se dirigen hacia árboles vecinos y árboles jóvenes de tamaños variados. El corazón del corte trae a la memoria a un ángel, rodeado por un nimbo ligero.

Vals de Vórtices
Luc Peterson y Gregorio Hammett.
El arte de la ciencia

Vórtices Bidimensionales que se forman por la atracción de fluidos, arremolinándose y combinándose en un ballet clásico turbulento. Este comportamiento natural influye en fenómenos como los del modelo meteorológico de la atmósfera o el funcionamiento de dispositivos de fusión nucleares. Algoritmos avanzados numéricos y superordenadores de alto rendimiento tienen en cuenta las simulaciones de turbulencia con un nivel de detalle sin precedentes. Esta foto sorprende a los vórtices in fraganti. Al principio completamente separados, los dos centros de vórtice han enviado cintas espirales y sobresaltan ondas en todas partes del fluido, luego se han combinado; con más tiempo, los dos completarán su baile como un vórtice solo, más grande.

Esto lo realiza gente adulta, pero desde mi punto de vista tiene un valor enorme si se lo enseña a los niños, desde chicos pueden aprender a disfrutar de la ciencia y eliminar ese temor natural que se ve reflejado en nuestras altísimas tasas de deserción estudiantil; estos días se habla hasta el agotamiento -en el congreso- acerca de la modernización de la educación, igual que se ha venido hablando durante los últimos años, pero la realidad es que la educación no mejora; yo conozco chicos cercanos a mi entorno que no le ven sentido al estudio, van al instituto porque es obligatorio, pero sólo esperan terminar para comenzar a trabajar, ganarse los mil euros, comprarse un coche y pronto estar hipotecados, repitiéndose una y otra vez la historia. La manera de romper este círculo vicioso sería con una educación, que les lleve a un cambio de mentalidad que rompa los esquemas.