miércoles, 17 de abril de 2013

Consumistas de información

En la sociedad actual, la conducta de los consumidores se está convirtiendo en la clave en torno a la cual gira la vida. La posición que ostentaba el trabajo en el capitalismo moderno la ocupa ahora la "libertad del consumidor", ajustada al mercado de los consumidores. Las cuestiones de control y el derecho a la autogestión han pasado de la fábrica a la tienda. El consumo, no el trabajo, es el eje en torno al cual gira el mundo moderno.


En una entrevista que ATTAC TV hace al periodista y escritor Pascual Serrano sobre el contenido de su último libro "La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes", se nos pone en alerta sobre las consecuencias ideológicas que se derivan de la utilización de los nuevos formatos comunicativos por parte de la ciudadanía. Serrano no critica la revolución tecnológica, la imposición de los formatos audiovisuales, y el uso habitual de internet, redes sociales, y soportes como tablets, o  smartphones, pero si describe de forma crítica el panorama comunicacional actual e introduce el concepto de jibarización, como la reducción de la calidad de la información y lo que ello conlleva de ausencia de reflexión, elaboración de contenidos críticos y falta de profundización.


 Interesante caer en cuenta que el mensaje crítico, el irreverente, el revolucionario, el que quiere cambiar el mundo, el que busca la incorporación de nuevos valores, el que desea replantear el modelo dominante, necesita más profundidad, necesita más análisis, más argumentación, más tiempo; mientras que el mensaje conservador, el que se apunta a la tésis dominante, el que quiere mantener el statu quo, el mensaje de los que ostentan el poder, se mantiene con un discurso superficial y lamentablemente eso es lo que se impone hoy día.



Hay que poner los pies en la tierra y entender que con las redes sociales, con los blogs, con todos los recursos comunicativos actuales no hemos alcanzado de ninguna manera la democracia en la comunicación. Al contrario, lo que han hecho los estamentos del capital -que dominan el mundo- es provocar en nosotros la falsa sensación de que la información se ha democratizado, de que todos participamos en igualdad de condiciones.  


La reducción de la calidad de la información, asociada a la velocidad de las tecnologías, implica que se reducen los contenidos, se reducen las maneras de comunicarse, se jibariza el mundo. Nadie se preocupa por profundizar en nada, simplemente en amasar cantidades de titulares de primera mano. Se pierde la capacidad de reflexión, la inmensa mayoría de la gente se limita a reproducir en las redes sociales frases hechas, fotos y titulares pero rara vez se les acompaña de una reflexión. No hay capacidad de elaboración de conclusiones, simplemente se repiten las que se han copiado de otra fuente. Lo peor de todo es que no se tiene un pensamiento crítico respecto a lo que sucede y se ventila en internet y en las redes sociales. 

Yo diría que al igual que en los demás aspectos de nuestra vida, en el tema de la información nos hemos dejado vencer por el consumismo y si nuestro armario está lleno de zapatos y vestidos sin estrenar, también es muy posible que en nuestra cabeza se acumulen millones de bytes de información que ni siquiera nos molestamos en clasificar.

 

 

3 comentarios:

Fackel dijo...

Antes de consumir el producto llamado información (con todos sus platos preparados y muchos de ellos venenosos) deberíamos saber cada uno de nosotros si tenemos estómago, si nuestro metabolismo va a sacar provecho y si nos va a procurar algún cierto grado de placer.

Lector de prensa desde mi adolescencia (cuando el Informaciones de la tarde, el Nuevo Diario, el Madrid...todo aquello que supusiera algo diferente y rompedor en el cerrado sistema de los 60...) he sentido siempre la información periodística como parte de mi educación. Incluso de la educación sentimental.

Ahora...es otra cosa. Y lograr informarme es un desafío y una tarea muy selectiva. Por supuesto, creo menos y busco la interpretación bajo otras luces que no solo las aparentes.

Un abrazo.

Francesc Cornadó dijo...

A la jibarización, a la reducción de la calidad dce la información debemos añadir la reducción de la calidad de la enseñanza, el bajo nivel de la información y el bajísimo nivel de la instrucción. Así el panorama, no debe extrañarnos la jibarización de la política.
Salud
Francesc Cornadó

RGAlmazán dijo...

Sí, una crítica acertada. Además todas las redes sociales que han ido surgiendo en Internet han ido siendo el envase de información más comprimida y menos reflexiva. De los blogs a Facebook y de éste a Twitter, que puede ser muy gracioso pero que no puede competir en reflexión.

Salud y República

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