viernes, 24 de junio de 2011

Historia

El Roto, 12/10/2004

Cada vez que le explico algunos hechos históricos a mis hijos me siento como un torturador; y es que los sucesos más relevantes y los que han marcado grandes cambios son casi siempre funestos, dramáticos y violentos; qué complicado es explicar una película como "El niño del pijama de rayas", o por qué hablan inglés o español en una colonia lejana que tardó años y años de lucha para obtener su libertad e independencia; dar una buena respuesta al por qué de la exitencia de miles de ONGs y sobre todo las preguntas diarias que salen a raiz de un pantallazo en la tele sobre alguna de las tantas injusticias de este mundo. Increible que tengamos que tomar antidepresivos para estudiar la historia.

14 comentarios:

Jo dijo...

al menos tu podrías contribuir y contarles para crearles un poco de conciencia

Hay quienes solo se tapan los ojos...viven en su mundo feliz

Felipe Medina dijo...

Desde que el mundo es mundo la injusticia ha sido la epidemia de los humanos.

Desde que el hombre es hombre todo ha sido una jauría depredadora que nos vuelve,a veces,indolentes

Saludos

RGAlmazán dijo...

Cada episodio de la historia, significa una derrota de alguien, muchas veces injustas. Y en el peor de los casos, guerras, muertes, genocidios. Pero es así. Sólo los seudo-historiadores son capaces de ver victorias donde hay crímenes atroces, donde hay imposición y venganza.

Salud y República

El cuaderno de la mesa camilla dijo...

Es de estultos tratar de definir cosas complejas con una sola palabra porque, más que resumir, mostramos nuestra ignorancia. La historia precisamente es compleja, tanto, al menos, como cada ser humano, lleno de miedos, miserias, esfuerzos, osadías, hallazgos... De todas formas, si algo dificulta los grandes y pequeños cambios es el miedo de los pueblos a asumir su protagonismo, es decir, a ser libres. Si hubiera que poner una sola palabra, yo pondría ésa: miedo, aun a riesgo de pecar de estulticia.

emejota dijo...

Ya desde pequeñitos se nos empieza engañando ¿Por compasión? ¿Por cobardía? ¿Por vergüenza? .... Y que ruede la bola. ¿Sera que resulta lo mejor para la especie? ¿? ¿? Besos.

soy beatriz dijo...

Hola Dean, si bien mis hijos ahora ya son grandes, en un momento también tuve que atravesar por esa situación.
Pero creo que es algo que nos pasa a todos, ya que por lo poco que se de historia, siempre los cammbios fueron a través de hechos traumáticos, mas o menos violentos, pero siempre traumáticos. Y uno se pregunta como hablarles de la verdad sin generar personas llenas de descreimiento o fe?...creo que deben saber que de todo se puede salir, con mucho esfuerzo y con mucha lucha. Claro no es agradable, para nada.

Un abrazo grande!!!

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Por eso me gusta a mi la genealogía, porque ahí no hay lugar a la interpretación, lo que no está escrito es solo fantasía.

Blanca Miosi dijo...

DEan, estamos tan acostumbrados a observar la violencia en todas sus formas: reales e irreales, léase televisión, películas, que nos estamos volviendo inmunes.

Por fortuna quedan personas como tú que tienen conciencia del deber de enseñar a los hijos a diferenciar la fantasía de la realidad.

Blanca

belijerez dijo...

Historía; compendio de errores y vilezas de los poderosos sobre los empobrecidos.


Saludos aquí y ahora.

Cheli dijo...

Me ha sucedido lo mismo, ante ciertas preguntas, para explicar como se llego a eso, es tan dificil! es practicamente contar una pelicula de terror! y ojo, aun hoy uno se sigue enterando de cosas que no sabia, escandalo de mundo!
Besos.

Arwen dijo...

Ya lo creo DEan, traumatología y psiquiatria si me apuras... :D

UN gran beso y pasa muy buen fin de semana.

ARwen :))

Adrián J. Messina dijo...

Es cierto sin embargo, no hay nada de que arrepentirse.
No hay que dibujar la realidad y el pasado, porque se es injusto con quien sufre de injusticas, incluso nuestra consciencia y nuestros ojos.
Así son las cosas, así deben ser contadas.

Un abrazo

Javier dijo...

Creo que muchos de los problemas que tenemos a la hora de contar la historia es porque interpretamos y juzgamos hechos y acontecimientos pasados con la mentalidad actual. Así, es difícil entenderla y, todavía más, explicarla.

Es sólo mi punto de vista.

Ciberculturalia dijo...

Cuando leí "El niño de pijama a rayas" me dejó conmocionada. Sí, a veces es duro estudiar la historia. Y además es incomprensible
Besos

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