lunes, 2 de agosto de 2010

La revolución europea

Ni el multiculturalismo holandés, ni la laïcité en Francia, el descuido legal benevolente en Gran Bretaña o la meticulosidad constitucional en Alemania resuelven, en opinión de Christopher Caldwell, el cambio cultural derivado de la inmigración, sobre todo, de la inmigración islámica confrontada con una cultura que se ha vuelto “insegura, maleable y relativista”.

En su opinión, los europeos lucharon hasta los años 50 del pasado siglo contra la intolerancia y construyeron valores como individualismo, democracia, libertad, derechos humanos y consideración al creciente papel de las mujeres en todos los órdenes. Con la llegada de otras culturas en medio de una atmósfera de culpabilidad, la ideología de la tolerancia se ensanchó y se fue construyendo un nuevo orden moral que Caldwell considera basado en la creencia de que todas las culturas son iguales en sus valores y merecen idéntico respeto.

Dentro del nuevo y numeroso mosaico de culturas inmigradas a la UE, la islámica es la que encarna no sólo el deseo de no integrarse sino la suplantación o el rechazo directo a los valores que conforman la identidad europea. 

En resumen, un libro bastante polémico pero al mismo tiempo muy interesante, ya que nos hace pensar en la poca influencia que ha logrado Europa respecto a la cultura musulmana y como contrapartida, tenemos que ver como su casi nula integración va formando guetos, como el que he visto personalmente en Bruselas estos días: Inmensas terrazas de verano pertenecientes a bares en los que no ves ni una sola mujer, esto me ha llamado poderosamente la atención. Seguramente que a pocos turistas se les escapa el reconocer lo famoso que es un monumento tan pequeño como el Manneken Pis, o la hermosa arquitectura de la Grand-Place, pero si que pasan por alto esos lugares cada vez más grandes y populosos, en los que tenemos la sensación de que la mujer ha desaparecido del mapa.



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12 comentarios:

soy beatriz dijo...

Querido Dean, los que escribimos tomamos a veces ciertos deseos y los transformamos en realidad en un escrito, no es muy distinto lo que me pasa en realidad. Este escrito es una ilusión con una metáfora gigante de limpieza. No refleja mi realidad, es un escrito no más. No te sientas mal. Cada uno llena esos huecos de distintas formas, tal vez esa Caja es La Caja de Pandora, mágica, donde puedo hallar cosas que en realidad nunca existieron o por lo menos no de esa forma.

Un abrazo fuerte amigo!!!

Jo dijo...

que curioso que a distancia uno esta consciente de ciertas cosas... aparentemente
pero uno se fija mucho más y las palpa... justo a la vista
y a veces, no dista mucho de que se nos desencante laa mirada...

MaRieLA dijo...

A mi la verdad, que lo de la mujer en la cultura islámica es lo que también me llama poderosamente la atención. Y no porque no cocociera esa costumbre de sacar a la mujer del mapa, sino porque nunca me termina de sorprender. Es increíble que aún en el siglo que vivimos hayan culturas que mantienen ideales tan viejos.
Un beso Dean

RGAlmazán dijo...

Casi todos los pueblos son fruto de uniones de otros, de mezclas de culturas. La integración es necesaria y debe llegar antes de que surjan conflictos graves.

Salud y República

Amio Cajander dijo...

cierto, yo tambien,me sorprendí al ver cosas como esas en Francia o Bélgica, y ahora empiezo a detectarlas en Madrid o Barcelona

Periodistaenbabia dijo...

La integración siempre es buena, aunque si es cierto que lo lógico es asimilar los conceptos positivos y desechar aquello que es inaceptable de las nuevas culturas.

Un saludo.

Cosechadel66.es dijo...

Que necesario es prestar la mano y la mente a esa parte del mundo a la que normalmente tan sólo enviamos mensajes negativos...

Carpe DIem

Felipe Medina dijo...

La multiculturalidad está cada vez más presente en nuestras vidas.Aquellos que nieguen la diversidad estarán cayendo en los absurdo y en intentos vanos de ir contra lo que cada día es un realidad más imparable

Saludos

Ciberculturalia dijo...

Me quedo con la referencia del libro porque tiene pinta por tu referencia de ser realmente interesante. Toca temas de gran sensibilidad y polémicos.
La integración siempre.
Pero nunca y bajo ningún concepto, la pérdida de los valores que inspiraron la democracia en Europa o de aquellos que apuestan por la igualdad de géneros. Eso nunca. Rotundamente nunca.

Como verás en esto soy feroz activista.

Un beso

Tatiana Aguilera dijo...

Integrar, avanzar, pero con lo que sea un aporte para todos, no un retroceso, como la mirada que tiene la cultura islámica del papel de la mujer en la sociedad...Los pueblos crecen si saben absorber y enriquecerse con ideas y mano de obra, pero jamás retroceder con lo nefasto de las otras culturas.
Un abrazo Dean.

belijerez dijo...

Fijate Deam, lo cerca que tengo Tanger (vivo en Jerez)y cuando he ido, precisamente eso de no ver mujeres en los bares es lo que más me llama la atención.
Ciertamente en Jerez empezará a pasar eso también, porque no hay dinero para gastar en ocio.

La revolución europea es una falacia, a los paises PIEG nos ha tocado ser los pobres, no hay igualdad en ningún sentido, asi que nada de revolución.
Yo entiendo la revolución como algo que sirve para igualarnos en derechos y responsabilidades, la vieja Europa no es así.

Salud para los pobres que los ricos pueden pagarsela.

Anónimo dijo...

Ciertamente un gran libro, que analiza y trata lo que a muchos les cuesta decir.
La multiculturalidad es "¿inevitable?", puede que sea así, pero no por el mero hecho de ser inevitable es buena. Como todo cambio, ninguno es bueno de por sí, y mucho menos por el hecho de que ocurra.
Por otro lado, resulta muy preocupante que la sociedad (en este caso la española) se escandalice por la muerte de un toro (que a veces a que recordar que no es una persona, y por tanto no deben proyectarse en los animales los derechos que corresponden a los hombres); y sin embargo le parece de lo más normal que un ser humano (porque las mujeres también lo son) no pueda decidir sobre los aspectos más elementales de su vida: enseñar la cara. Cuanto menos... peligroso.... "los musulmanes tienen derecho a usar pañuelos en la cara y estudiar donde quieran" (dicen unos), pero.... "los toros (animales) tienen derecho a ¿decidir? sobre su futuro, no ser ¿maltratados?... (dicen otros) Así vamos, y así acabaremos.
Y, por favor, que nadie se ofenda (y mucho menos los mus.... no vaya ser que acabemos todos como Theo Van Gogh)

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